Tener algún tipo de interacción con una persona amargada es bastante difícil y puede incluso llegar a ponernos de muy mal humor también. Sin embargo, es importante que tengas en cuenta que, generalmente, las personas amargadas no viven en ese estado todo el día. Entonces, ¿qué hacer?
- Hay momentos específicos en los que la amargura es mucho peor y justo en esos instantes lo mejor que podemos hacer es evitar interactuar con ellos.
- Entiende que las personas amargadas no tienen conflictos solo contigo; es su manera de relacionarse. No te lo tomes como algo personal.
- La empatía. Sabemos que puede ser muy complejo tratar con alguien amargado, pero trata de ver más allá de sus actitudes negativas. La comprensión es clave para saber que no lo hace por ser malo.
- No dejes que utilice comportamientos pasivo-agresivos contigo. Esta es una de las cualidades más destacadas de las personas amargadas y es importante que pongas un alto a este tipo de conductas para evitar problemas.
- Habla siempre desde la comprensión, pero sé firme. Pon límites en relación con sus actitudes hacia ti, pero con tu mente y corazón abiertos para tratar de entender por qué actúa de esa manera.
Esa aura de desaliento con la que cargan las personas que nos rodean en un determinado momento puede generarnos un gran malestar. Incluso nuestra tentación más grande puede ser la de alejarnos para evitar esa erosión, casi obligatoria, cuando esta situación se produce.